sábado, 10 de mayo de 2008


La foto de la portada pertenece a la propia autora, Amélie Nothomb.

Éste no es un libro sobre los sentimientos, sino más bien sobre la ausencia de estos.
Despertar. Despertar una y mil veces. En algún lugar, en algún momento, pero la pregunta es: ¿Somos siempre los mismos?
La introducción nos da paso a un tipo desengañado y cansado, alguien que ha perdido sus sentimientos a causa de un fracaso amoroso, y ha sufrido el dolor de la ruptura, hasta que ha conseguido vencer, sobreponerse, pero a costa de desinfectar su alma, pulgar sus recuerdos y perder la sensibilidad. Como consecuencia, la toma de contacto con la realidad se disuelve, trayendo consigo la muerte de las sensaciones, la ausencia de sufrimiento, y la nada. Luego vendrá el renacer, la música de RadioHead, la tercera pista del Amnesiac, y un hombre frío y eminentemente práctico que buscará llenar el vacío que hay en su interior a base de nuevos estímulos. El asesino a sueldo. Los excesos y la espiral de autodestrucción sin concesiones. Valores morales por los suelos, y una motocicleta esquivando coches a toda prisa por las calles de París para cumplir los encargos de las mafias. Y después, la horma del zapato, el amor imposible, la expiación. La resaca de los sentimientos y su venganza: la hipersensibilidad extrema, y el injusto equilibrio de un hombre que tiende a reinventarse constantemente a sí mismo.
Todo esto acompañado de diálogos breves e incisivos, altas dosis de ironía, pensamientos cruelmente esterilizados, y demás, que dotan a esta breve historia (104 páginas) de una visión muy particular sobre el dolor y la reconstrucción sistemática de las heridas asociadas inevitablemente a él.

3 comentarios:

supersalvajuan dijo...

La expiación, como el infierno, es una cosa muy personal.

MaryJane dijo...

Moraleja; no te pases de extremista... Los sentimientos en algun momento, hay que aprender a domarlos un poco, como a un caballo salvaje, jeje
Buena crítica, dan ganas de leerlo!, grácias!
Un saludo!!

Beth dijo...

jaja Maryjane tiene razón...como nos dejémos llevar siempre por los sentimientos jaja...OJITO!!!

Tiene muy buena pinta, me lo apunto ;) gracias