martes, 6 de agosto de 2013

Diferentes perspectivas de un sábado noche en Murcia capital. El final de julio (V)

Por falta de tiempo llevo un poco abandonadas esta serie de entradas. Pero retomando el hilo, esta vez comenzaremos  desde el final. La hora, la temperatura y las perspectivas lo dicen todo, porque siempre hay diferentes perspectivas que nos acompañan, aunque en ciertos momentos, sólo pretendamos aferrarnos a una, la verticalidad.
(La hora de vuelta y la gran cuestión ¿demasiado tarde?¿demasiado temprano?)

(Lo mejor, la temperatura, 22 grados no artificiales es todo un lujo en esta ciudad)

Una ciudad como esta puede ser un lugar sumamente caluroso y solitario en verano. La visita a los bares es casi preceptiva, y en determinados momentos a lo largo del día, salvo estar debajo de un chorro de aire acondicionado y tomar alguna cerveza, hay pocas experiencias más enriquecedoras.

(La gran avenida de la ciudad, edificada sobre los antiguos baños árabes, desierta por completo)


 Retrocediendo un poco más,  recuerdas que hay bares en los que la fecha de caducidad de las cervezas va al ritmo de los días.Que quizás visitas demasiado los mismos lugares, que puede que no conozcas otros nuevos, que a veces el tiempo parece que no pasa, pero en el fondo, tu sabes que sí. Que a veces, cuando conoces locales nuevos, acaban por no gustarte.


Y cuando estas en un sitio que no te gusta,  hay muchas analogías que se te pueden ocurrir, quizá pocas buenas. Entonces puedes pensar que eres como un explorador, o un científico que hace un estudio antropológico o sociológico, como prefieras. Puedes creer que estás en la selva buscando al Doctor Livingstone, que grabas un documental para la 2, pero al final sabes que si estas allí, es porque en el fondo no tienes ganas de acostarte.