viernes, 16 de octubre de 2015

In the flesh primera temporada


Creo que a lo largo de estos últimos 6 años he visto muchas series o películas ambientadas en futuros post-apocalipticos, en los que los zombies, una especie de seres humanos alienados y deformados por la muerte en vida impartían su simplista y eficaz visión justiciera del mundo sobre la decrepita sociedad occidental. Hay gente que ha criticado muchísimo a George Romero por sus míticas películas de zombies, por su simplicidad de argumento, o quizá por simple envidia, por ser capaz de ver lo que otros no fueron capaces, pero lo cierto es que él fue un visionario de su época. En Dawn of the dead, observamos como la civilización se va al garete mientras los zombies invaden un centro comercial, puede que quizá podamos pensar con esto, que el hombre ante la frustración de su existencia se deja llevar por la satisfacción de sus deseos más sencillos y elementales, ya sea comprar ropa de marca o devorar cerebros. En este sentido, y volviendo a "in the flesh" el tema va mucho más allá, estamos hablando sobre ser diferente a los demás, a que te marginen por ello, a que la frustración y la ira de lugar a soluciones extremistas. A recordar veladamente el acoso del nazismo a la comunidad judía. A cuando algo malo pasa a tu lado y miras hacía otra dirección, es posible que la próxima vez que vuelvas a relajar el cuello, tú seas el que esté  en la picota. Es aquí donde In the flesh rompe con los estereotipos. En este sentido, la comparación con "Fear the walking dead" llama la atención, pues con un presupuesto y medios muchísimo mayores, está última serie no ha sido capaz de calar en el público. Sin embargo, in the flesh, utiliza un tema superficial como aparentemente es el de los zombies para darnos un auténtica lección de lucha diaria contra los prejuicios de la sociedad. Todo por ser diferente.

miércoles, 22 de abril de 2015

El andar tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos.
Miguel de Cervantes

viernes, 27 de marzo de 2015

¿Y que ahí de mí sin mi enemigo?

Hace unos días estuve en casa de mi madre, y comprobé que su perro, pasaba más tiempo de la cuenta, asomado desde el salón a la ventana que daba al patio. Le pregunté a ella, y me dijo que hacía unos días que la gata no volvía. Entonces me retrotaí casi dos años atrás, cuando yo traje aquel perro a casa de mis padres con un motivo totalmente distinto al que ahora ocupa, y como la pobre gata desde el primer momento sufrió el acoso del perro, y se mantuvo en su lugar, sabiendo estar, enseñando sus zarpas cuando se veía amenazada pero no sacando los ojos a aquel cachorro desastroso que lo acosaba continuamente, mi gata recortaba su espacio vital con tal de no hacer daño. Dicen que a veces, la única buena estrategia de avance, es estar. Permanecer. La pobre gata aguantó muchísimo, ni siquiera me explico su nivel de aguatnte, cuando hacia sus salidas era toda una odisea la vuelta, el perro vigilaba la terraza para no dejarla volver. Hace poco nos enteramos que murió unas cuantas calles más arriba de mi casa, sufriendo bastante. Ahora mi madre, dice que el perro está triste y pasa mucho rato vigilando la terraza, la ventana y la mesa que antes la gata ocupaba. Mi madre dice que el perro la hecha de menos, yo simplemente le digo, que hay algo que al perro no le cuadra en su rutina. Y al final, es inevitable, hacerse la pregunta, ¿que hay de mí sin mi enemigo?