miércoles, 11 de junio de 2008

88 minutos



Hace poco vi 88 minutos. En un principio tenía cierta expectación ante esta película. Al Pacino es uno de mis actores favoritos (“el precio del poder”, “atrapado por su pasado”, “insomnio”, etc,.) Así que me llevé una gran decepción cuando terminé de ver esta última incursión suya en el ‘thriller’. Empezaré por definir al protagonista, encarnado por un ojeroso Al PAcino: una especie de “psiquiatra forense que ejerce como profesor universitario”. Al personaje se le puede adjetivar más todavía, pero no es cuestión de cebarse en ello. Después de la caracterización tenemos el argumento. Casi en tiempo real, 88 minutos intensos en los que intentaran fastidiar al protagonista de un montón de maneras distintas. Una trama un tanto rebuscada, con un suspense continuo, que no llega a aburrir, pero en la que vemos como el que el protagonista va perdiendo los papeles y parece volverse paranoico con todos los que lo rodean. A veces incluso, te llegas a reír con la artificiosa pasividad que los personajes afrontan algunas situaciones extremas. Eso sí, poco a poco se van atando los cabos sueltos (que no son pocos) hasta llegar al final. En resumen, podía haber aprovechado esos más de 88 minutos en hacer cualquier otra cosa de utilidad.

4 comentarios:

MaryJane dijo...

Bueno, con la crítica que dejas no me va a apetecer mucho veral, a verdad, jejejeej..
Grácias, eso que me ahorro!!
Un abrazo!

jm dijo...

maryjane, haces bien en no verla, no te pierdes nada especial. Últimamente es que no acierto a ver ninguna peli que valga la pena.

Dante dijo...

Hola jm,
yo también vi "88 minutos" y me llevé como tú una gran decepción, podría haber dado más de sí la película. Además el personaje de Al Pacino no es muy creíble, no sé, creo que últimamente no hace muy buenos papeles, ha perdido la garra que tenía antes.

supersalvajuan dijo...

Lo que está Al Pacino es muy desmejorado. hace un par de semanas, en una entrevista en el xlsemanal, Sidney Lumet decía que era un ególatra, siempre hablando de él mismo. Ya queda menos para el veranito. Cuidado que nos quedamos sin alcohol.