jueves, 7 de junio de 2018

La duda siempre es el primer escalón cuesta abajo en la caída. Los males de este mundo provienen en su forma primigenia de una duda no resuelta en el momento adecuado. Decidir para equivocarse es vivir. Dudar es morir en en la inexorable gravedad de las tendencias. Y puede que sólo tuvieras 5 segundos. Recuerdas tres palabras que no pronunciaste en aquel momento. Te mordiste los labios, y todo cambió para siempre. Al final de la escalera, ni la decisión ultima, ni el perdón valdrán nada. Más bien serán algo despreciable e innecesario.

Y otra vez, pensando en algo parecido a Dios, las voces me han vuelto a llevar a los bares. Mi sangre y el hierro han vuelto a comulgar en la oscuridad. No importa donde estés, Yo bebo jarabe negro y tu me hablas con tu voz dulce de azafata, que a mí se me hace triste pero llena de vida. Y se hace agradable llevarte como un peso liviano y secreto que apuesta por darle sentido a las horas. Aunque duela, aunque no tenga futuro, nada de esto está escrito. Durante horas las palabras fluyen y flotan en mi cabeza, y se pierden en el agujero oscuro según rezan los minutos. Y Es imposible ya mandarte esa postal que me pediste desde un lugar incierto pero bonito. Tus uñas pintadas de luna de plata ya no me saben a nada, pese a que en su tiempo los demás me miraban con envidia. Llego a casa y veo como el polvo se acumula en las cosas. Y tras el zumbido interminable del transformador de la planta baja olvido como siempre escuchar a Pink Floyd. Y Otra vez pienso en salir de este bucle, en buscar nuevamente a algo parecido a Dios en los bares. Y Me convierto en vino, para recorrer caminos, resucitar y amar.

2 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Vivan los bares y no habra yepa para los malvados

jm dijo...

@supersalvajuan para los malvados ni agua.