Dejo unas fotos de mi viaje a Italia:
La primera fotografía que tomé en Italia. Roma, un cartel anunciador de mi marca de Vermouth favorito. Todo un monumento al aperitivo perfecto, con media rodaja de limón y aceitunas, por supuesto.
Un vendedor de souvenirs con una chaqueta gris, luciendo un típico lema español: De p... madre.
Dicen algunos que el barómetro cultural de un país se puede medir en base a lo que la gente escribe en las puertas de los servicios públicos. La gente no sólo los usa para escribir lo de siempre:
Un poco de luces y música psicodelica para animar el ambiente en la plaza del poppolo:
Una vista da Nápoles. El objetivo de esta foto, no es mostrar el cartel de la chica, sino las casas semiderruidas que aparecen al fondo. En las proximidades del puerto, todavía existen barrios que no se han reconstruido tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Las tabernas han sido una de las mayores escuelas de conocimiento que han existido a lo largo de la historia para llegar a comprender la cultura popular, la sociedad en la que se vive. Los pompeyanos no eran menos y por eso en su ciudad, había decenas de ellas. En esta de la foto, una de las mejores conservadas, se observa como los ambientes, en esencia siguen siendo los mismos. Al fondo de la barra, una pintura que representa a Júpiter, para que protegiera al dueño del establecimiento de borrachos y ladrones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
El bombay azul no lo anuncian?
Bonitas fotos.
un mafioso como tú siempre busca la mafia. ¿Fuiste a dar una conferencia?
Qué suerte, jm, por Italia, anda que no. A seguir disfrutando.
Menuda suerte poder visitar todos estos bellísimos lugares. Tienes razón en que las cosas más esenciales y sencillas nunca cambian, la barra pompeyana, el logotipo de Martini, la cultura de los bares,...
Como mínimo mantenemos en todos los lugares y épocas las mismas necesidades.
Publicar un comentario