sábado, 17 de mayo de 2014

Arcade shoot em up


Encender la videoconsola y pulsar START. La inamovilidad de la estatua ante la victoria, siempre tan fácil. Y frente a esa mano que juega, dispuesta a perder, no existe nada comparable ¿Te has preguntado alguna vez si es difícil conducir un Formula Uno a través del circuito de Mónaco, o ser un jugador de fútbol de primera división en una noche golfa por Madrid, y tener que jugar al día siguiente? Pues eso no es nada, comparado con tomar tu hidroavión despegar y prepararte para recibir un aluvión de proyectiles canallas. Cuesta jugarlo, pero aún más programarlo. Creo que es algo que sólo podría estar al alcance de la mente retorcida de algún político de este país. La inteligencia artificial siempre es una cuestión delicada. Puestos a preferir, me quedo con el lado popular, el de la jugabilidad responsable, y sus incontrolables estímulos frente al mando de  control y los dos botones. Puedes querer empezar despacio, definir la estrategia, menearte con prudencia y habilidad de un lado a otro del área de juego, acariciar el joystick con cariño.  Pero sabes que vas a tener que atravesar 5 niveles repletos de hijoputas  pensados en la cabeza de un beta tester japo malévolo, vas contracorriente y las aerolíneas enemigas reciben instrucciones precisas en código maquina: deben destrozarte a toda costa. Cueste lo que cueste. Puedes rezar, puedes recoger item-ups (La fruta siempre es sinónimo de vida) puedes lanzar bombas de napalm pulsando el botón "B" cuando te sientas acorralado. Pero sabes que vas a sufrir. Lo vas a pasar un rato mal. Los  Kamikazes se lanzan contra el jugador sin el menor miramiento  ¿Te has preguntado alguna vez que se siente al esta frente a un tablero de ajedrez y no poder concentrarse, o en tener que impresionar a una mujer que sabes que no vas ni a rozar, negándote a alterar tu autobiografía con un buen guión?  45 minutos después no queda nada. El cielo y el fuego. La espada de damocles siempre pende sobre nuestras cabezas. No has visto dos grandes impactos frente al corazón. Con los enemigos el tamaño si importa. La pantalla es limitada y sin un buen armamento, llevas la de perder. Pero no todo van a ser malas noticias, hasta los enemigos más encarnizados frente a la trayectoria correcta, frente a la habilidad precisa y definida, explotan y caen eliminados.  Aunque nos parezca incomprensible, es una simple ley de vida. Cuestión de tener cinco duros en el bolsillo y continuar la partida.

1 comentario:

supersalvajuan dijo...

Cinco duros. Casi nada.