miércoles, 22 de diciembre de 2010

Boardwalk Empire


Muchas veces cuando encendemos la tele y empezamos a ver una serie o película hacemos uso de nuestra capacidad reduccionista. Decía algún eminente psicólogo, y digo eminente porque salía en alguno de mis libros de bachillerato, y todavía hoy lo recuerdo, que tendemos a simplificar las cosas para comprenderlas. “Este es bueno, este es malo” “El otro es listo” “el otro es tonto”. Pero en la vida real, las cosas no son tan simples.

En boardwalk empire vemos la realidad de un hombre aparentemente sin escrúpulos, que se mueve como un reptil en una sociedad pre-reptileanea como serán los Estados Unidos de la Ley Seca. Pero este hombre también tiene gestos cercanos, y mientras mira los escaparates de Atlantic City algo se le remueve en su interior.

Vemos un poco de lo que significó la ley seca, un lucrativo negocio para calmar la sed de millones de personas que ya estaban acostumbradas al alcohol. Una forma de enriquecimiento violenta y fácil que despertó a criminales dormidos. A criminales que ni siquiera sabían que escondían criminales en su interior ¿Qué puede hacer cuando vuelve a la sociedad un tipo brillante que abandonó sus estudios para servir a su país, y que ha perdido su inocencia cubierto de barro en las trincheras durante la Gran Guerra?
Esta claro, como se suele decir, naranja y en botella: whisky.

En definitiva, a pesar de haber visto sólo el primer episodio, esta serie promete.

4 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Una copa a su valor y temperamento.

Anónimo dijo...

Donde se ponga una buena copa de cazalla...........

Cecy dijo...

Ey!
Feliz Navidad!

Un beso.

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

Sí, nos pasamos la vida simplificando y complicándonos la vida. Un beso