Veo los ojos desconectados y cansados de Kurt mirando a un olvido que ya se presenciaba como inevitable. Eran los noventa. El unplugged en New York. El final de la adolescencia y las largas horas desperdiciadas, contemplando, observando la nada. El termino unplugged suena muy mal. Y quizá cualquier tiempo pasado fue mejor, pero todo eso es cosa de un gran negocio, el de la nostalgia, que cada año mueve millones y no sólo de unidades monetarias.
Si cantas y llueve, que no te ofrezcan un paraguas.
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1 comentario:
15 años y un mes y cuántos nos acordamos de Kurt Cobain? El último grito del rock se ahogó en su vómito.
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