Parece que ya está todo visto, pero no. Sólo es cuestión de darse un paseito por la red y comienzan a aparecer lugares peculiares.
Una calle con una cuesta muy … hacía arriba (vamos, peor que las calles del Carmolí)
Ya puse en su día un link a la piscina del diablo en las cataratas Victoria. Un chapuzón diferente para aquellos a los que no les den miedo las alturas.
Luego está el principado de Sealand, por lo visto se trata de una micronación, una antigua base militar en la costa británica. En la tienda de su web se pueden adquirir títulos nobiliarios a precios interesantes. Vamos que el que no es Conde, es porque no quiere.
Si el verano en la playa o en el campo resulta aburrido, siempre se puede recurrir a comprar una antigua base de misiles como segunda residencia.
Y lo mejor, un pueblecito austriaco con un nombre subidito de tono. No en balde, dicen que su señal de entrada es la más robada del país.
2 comentarios:
Si el pueblo es jodiendo, los habitantes de jodiendo son...¿Cómo son?
jodedienses, quizá. O tal vez, jodetanos
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