martes, 4 de septiembre de 2012

Don't believe in Tetris

El hombre enciende la maquina, un ligero deslizamiento de sus dedos sobre la zona lateral y acto seguido se oye el pitido de encendido que indica que la carga se ha producido correctamente. Entonces pulsa "start" y comienzan a aparecer frente a sus ojos, bloques geométricos que van cayendo, apilándose lentamente en la parte inferior de la pantalla. El objetivo del juego es tratar de encajar unos bloques con otros, buscar sus conexiones compatibles y acoplarlas, como con las piezas de un puzzle. Pero aquí cada vez que el hombre logra el objetivo de crear una línea completa, esta se desvanece y le deja un poco más de hueco para que sigan cayendo más piezas, cada vez más rápido. Como perseguir un fin concreto, pero sabiendo que al final el desorden ganará. El tiempo todo lo puede en el país de los videojuegos y las piezas acabaran por llegar al límite superior de la pantalla. En ese momento se activará la función de programación que comprueba que al alcanzar una pieza el límite superior debe de mostrar por pantalla el siguiente mensaje: GAME OVER. Es entonces, cuando el hombre apaga la maquina y la deja encima de una mesa marrón oscura, que ya no existe más que en su cabeza, en una sucesión de bloques de recuerdos que caen lentamente.

1 comentario:

supersalvajuan dijo...

Imposible apagar la maquinita