miércoles, 31 de agosto de 2011

La ciudad de las palomas



Existe una gran aceptación popular en cuanto al concepto de maldad social que suelen tener estos animalitos cuando se concentran en exceso en algún lugar. Buena muestra de ello pueden darla aquellos que han tenido un trato cercano con ellas, como algunos arquitectos, que observan con horror como estas aves decoran a su gusto fachadas y estatuas ecuestres, pese a medidas extremas como electrificar cornisas y demás, convirtiéndose en exceso en un tormento para la vida moderna urbana.





A partir de esta discriminación hacía las palomas, comienza la historia de Tomeo: un día despertamos solos en nuestra ciudad, y lo único que nos rodea son las palomas ¿que haríamos?

6 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Son peores que las ratas!!!

Anónimo dijo...

_Un día despertamos solos en nuestra ciudad, y lo único que nos rodea son las palomas ¿que haríamos?

Cambiar de ciudad.

jm dijo...

supersalvajuan: Son "prescindibles"

necronomicon: También podemos convencerlas para que se vayan ellas a otra ciudad a molestarse entre ellas.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Me lo apunto...

Saludos y un abrazo.

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

Qué haríamos? .... buscar un bar y terminar con todas las reservas de azules ;)

Insanus dijo...

Esa foto me recuerda a La virgen de los sicarios, cuando el sosías fílmico de Vallejo decía aquello de "Para esto sirve la posteridad: para que te caguen las palomas" frente a una estatua de Bolivar. Pues lo anoto el libro y voy a ver si lo veo en epub o fb2 en mis foros piratones habituales.