Y si mañana fuera hoy...
Así empieza Inland Empire. Esta es quizá la película más extraña que he visto de David Lynch. Tres horas de metraje en las que observamos como progresivamente las percepciones de una actriz de cine se van distorsionando. Mención especial merece la particular atmósfera que se crea en la habitación en la que vemos a una familia de conejos con cuerpos de hombre.
La actriz (Laura Dern), acepta un encargo para hacer un remake de una película polaca maldita, y se adentra en una serie de universos paralelos en los que realidad y sueño se funden.
La iluminación, ambientación, sonido, todo parece transportarnos al mundo de los sueños, tanto, que el guión pierde en hilo narrativo para centrarse en la percepción adulterada del mundo que rodea a la protagonista.
Una película que no dejará indiferente a nadie, y que seguro gustará a los aficionados al universo de David Lynch.
4 comentarios:
Otra paranoia de tito David. Y Laura Dern, como siempre.
Cabeza borradora.
D.L.
No pude acabarla, jm. Yo era lynchiano desde los tiempos de Terciopelo Azul, pero con Mullholland Drive acabó mi idilio.
supersalvajuan: el tito David ya nos tiene acostumbrados a este tipo de cine.
Necronomicon: Cabeza borradora todavía no la he visto. La tengo en mi lista.
Insanus: Terciopelo azul es de lo mejor de lo mejor, aunque Muholland Drive también tiene sus puntazos.
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