sábado, 5 de enero de 2019

Navidad 2.0

El temblor, pequeño e insignificante ante los ojos de los demás, lúgubre escena de la herida, dilata la sangre y atrapa la carne propia en el gesto eterno y disoluto de la aceptación del final más temido, el roce contra el cristal oscuro, la forma ruidosa del pecho, y el remolino de amalgama negra que extingue insaciablemente la llama en una digestión turbia, angulosa y putrefacta. Así, alma cansada traída desde el silencio, buscas el paso de las baldosas brillantes hacía las constelaciones sagradas. Pero ay de tu cuerpo sin sueño, tu corazón sin rumor, no sabes que se cuenta cuando se ve la muerte tan de cerca. Los segundos que se alargan, y las palabras que no se han dicho, ni los besos que no se han dado, jaula de oro para este trozo de carne pretencioso que ocupó un hueco en este frío espacio. Hoy tu dolor, la fiebre y el vomito de los dragones se sienten diferentes, apagados, vacíos, tan lejos de la luz, pero tan cercanos a mí pesar. La escena, el edulcorante resbaladizo y negro de la navidad, su mentira forrada de cartón rojo. Los labios vibrantes y cálidos que no se han besado. Que magnificencia nos atrapa que de la ilusión de la realidad, creemos sumergirnos cual criaturas celestes en este espejismo de tiempo y espacio prestado. La araña que deambula por el espíritu trepandolo y acechándolo, agasajandolo en su deriva pretenciosa. No son nada para nosotros los tiempos ni los sentimientos, cuando nos aferramos a la voluptuosidad de la materia. Queremos poseer, pero se nos escapan los abrazos, los momentos de amar, la compañía de otros. No existe tiempo cerca de la muerte, tan solo sensaciones. Ten cerca ese cuerpo cálido que amas, siente ese corazón. Vamos a bailar, a pensar en no pensar, a agarrarnos fuertemente mientras sentimos la música y las últimas luces que se extinguen en la fría infinitud del océano.

1 comentario:

supersalvajuan dijo...

"A pensar en no pensar..."