lunes, 14 de febrero de 2011

Recordando hoy lunes a José María Fonollosa


Cuando suelo abrir un libro de poesía no suelo ojear más de tres versos. Creo que son suficientes para darte cuenta de que el resto te gustará o no. Por lo general, no suelo encontrar casi nada que me guste. No es este el caso de José Maria Fonollosa, poeta catalán, que escribió: "Ciudad del hombre Barcelona", "destrucción de la mañana. Albert Plá le dedicó un disco. Todo un mundo de sensaciones, alguien que escribía de la vida, y desde la vida, abandonando ñoñerías y barroquismos socialmente bien vistos. Y poco más que decir.

Aquí os dejo uno de sus poemas:
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Mulberry Street

Dicen que arrodillarse es humillante.

Que es esta posición la del vencido,
del sumiso, del vil, del que renuncia
a la última esperanza de salvarse.

Que estar arrodillado en una calle,
en un templo o salón, afrenta incluso
a aquel que lo contempla y no lo impide.

Como afrenta una bomba que no estalla
a quien confiaba actuara su explosivo.

Sí. Es innoble actitud arrodillarse
delante de otro ser, cuando el sujeto
es pasivo. Mas no si éste es activo.

Porque hay una excepción en que es victoria,
gozo y satisfacción esta postura:
cuando el sexo la exige ansiosamente.

Entonces es divino arrodillarse.

-Jose Maria Fonollosa-

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1 comentario:

supersalvajuan dijo...

Demasiado lunes para poesía.