Mientras que por el Mar Menor, el caballito de mar, va desapareciendo y extinguiéndose de sus playas, los pulpos no dejan de sorprendernos.
Aquí uno que ha encontrado un coco, y lo ha tomado como casa. Y con ella a cuestas, sin hipoteca ni nada.
Y aquí un poco de sus habilidades: abrir botes y todo...
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4 comentarios:
Joer, pues tengo ganas yo de comerme un poco de inteligentes de esos. A feira, a ser posible.
Yo en el Togo me como los tonticos. Y bien ricos que están.
¿Es cosa mía o el cangrejo del tarro mira al pulpo con mosqueo? juajua
Me he quedado de piedra, lo contrario que el pulpo. Es impresionante lo flexibles que son la inteligencia que tienen para desenvolverse en situaciones que nadie creería que podrían solucionar. Lo del tubo es arrollador.
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